
La Unión Europea en sus discusiones sobre el Next generation EU, ha puesto énfasis en que los países apuesten por iniciativas que apoyen una estrategia de crecimiento sostenible e inclusivo. Hemos hablado de la importancia de definir una estrategia de país y de comunidad que reconozca nuestras fortalezas y debilidades y que incida sobre los obstáculos que limitan el crecimiento y deterioran la prosperidad. Tener una estrategia es una condición necesaria para avanzar, pero no es suficiente. La mayoría de las iniciativas y planes estratégicos privados y públicos fracasan en su implementación. La buena ejecución y un control exhaustivo de resultados son requisitos imprescindibles para que la estrategia desplegada tenga éxito. Para ello, son necesarios ciertos pasos.
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