
Como ya advertíamos en este blog hace más o menos un año, “partes cada vez mayores de las sociedades occidentales llevan 30 años sin percibir ningún beneficio tangible de la mejora de la economía, aunque han sufrido las consecuencias de los reveses económicos. La falta de expectativas, la pérdida de la fe en el futuro, se traducen también en el aumento de mensajes populistas entre las élites políticas que difícilmente pueden conducir a mejorar el funcionamiento de la economía.” Las elecciones generales del pasado 10 de noviembre en parte reflejan este hecho. Sigue leyendo