
La hibernación de la actividad económica provocada por la pandemia del COVID-19 ha obligado a aprobar con urgencia ingentes planes de gasto con los que desde el sector público se pueda cubrir la falta de ingreso de muchas personas, autónomos y empresas. La búsqueda de fuentes de financiación de estos programas de gasto público para España e Italia no está resultando sencilla porque, además de ser los países que más están sufriendo la crisis sanitaria, presentan malos indicadores tanto de déficit público corriente como de deuda pública acumulada. Sigue leyendo