
Algunos parecen estar empeñados en desencadenar el estado de ánimo que nos conduzca por fin al colapso de la economía y del sistema de bienestar de nuestra sociedad. El riesgo de que se convierta en una profecía autorrealizada es alto si tenemos en cuenta las sacudidas a las que hemos sido sometidos en lo que va de siglo XXI (el 11-S, la Gran Depresión y la Covid-19) y de los retos colectivos que tenemos por delante (la transición energética y la brecha de la desigualdad). El fin de la civilización está al alcance de nuestras manos, expresan con fruición estos panfletistas de salón.
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