
La reciente crisis económica (conocida en el ámbito académico como la “Gran Recesión”) ha generado una expansión monetaria sin precedentes. Los bancos centrales de Europa y EE.UU. respondieron a la tormenta financiera de 2007-08 con fuertes inyecciones de liquidez, creando nuevo dinero para dar financiación primero a los bancos y luego a los gobiernos.
Para el caso de la zona euro, el valor del balance del Banco Central Europeo (BCE) se ha más que triplicado, pasando de 1,15 billones de euros a finales de 2006 (50% del PIB de la zona euro) a los 3,66 billones Sigue leyendo