
Durante el periodo electoral que acaba de concluir, hemos oído con insistencia que es urgente cambiar el modelo productivo de la economía española y han reaparecido en el debate palabras como innovación, talento, recuperación de la industria y digitalización. Pero la realidad es más tozuda. El modelo productivo surgido de la crisis no se diferencia sustancialmente del que nos metió en ella. Sigue leyendo