
La crisis ha dejado en evidencia nuestro sistema fiscal. Del lado del gasto sabemos más porque hemos padecido en profundidad la política de austeridad. Recortes en educación, sanidad y otras transferencias sociales jibarizando el Estado del Bienestar. Caída en picado de la inversión pública y hundimiento del gasto en I+D+i. Y mientras el rescate se camuflaba de salvamento bancario se frenaba en seco el acceso al crédito y afloraba el sobreendeudamiento privado (empresas y familias) que acabó cebando la deuda pública. Sigue leyendo